
La burbuja inmobiliaria que hemos vivido durante estos años y que explotó en el 2008 puede parecer una novedad en la historia económica. Podemos caer en la tentación de pensar que este error que cayó el ser humano fue puntual, pero esta irracional sobrevaloración de un activo o producto se ha dado en más ocasiones durante los años. El ser humano no aprende de sus errores económicos y cae una vez detrás de otra. Por eso es interesante hacer una repaso a las burbujas económicas más grandes que han sucedido a lo largo de los años.
Tulipanes
La primera burbuja que se conoce y una de las más famosas es la de los bulbos de tulipán que tuvo lugar en Holanda en el siglo XVII, conocida como la “Tulipamanía”. La locura fue de tal magnitud que la gente llegó a intercambiar sus casas por unos cuantos bulbos.
A finales del siglo XVI la economía de los Países Bajos estaba en crecimiento y gozaba de una gran prosperidad. En ese momento, se empezaron a importar tulipanes procedentes de Turquía y se puso de moda entre la clase alta de la sociedad tener tulipanes en sus jardines. A partir de 1630 el interés por ellos empezó a crecer notablemente y en consecuencia sus precios también. Mucha gente empezó a especular y compraba para luego vender más caro. Fue en ese momento donde surgió un mercado de futuros importante, donde la gente compraba por anticipado bulbos a un cierto precio y esperaban a que florecían en verano. Gente de todas clases vendían sus bienes para poder entrar en ese mercado, ante la creencia que siempre se ganaba en ese “juego”.
Está documentado que el estallido de la burbuja se produjo el 5 de febrero de 1637 ante las malas perspectivas de la siguiente temporada. La gente paró de comprar tulipanes y empezó a querer vender los suyos, para así asegurarse la ganancia. Ante esta masa de vendedores, el precio empezó a bajar fuertemente y muchas familias perdieron todo lo que tenían. Fue en ese momento que Holanda entró en una depresión.
Mares del Sur
Para encontrar la siguiente burbuja en la historia hay que ir hasta Gran Bretaña y ubicarse a principios del siglo XVIII. La compañía de los Mares del Sur compró 10 millones de libras de deuda pública británica y el Estado a cambio le concedió el monopolio del comercio con América. La compañía estaba avalada por el Estado y rápidamente los inversores se interesaron por ella. Este interés provocó una subida en los precios de las acciones.
En 1717 ante la buena acogida del monopolio, volvieron a comprar 10 millones más de deuda a cambio de una nueva emisión de acciones. Los directivos de la empresa empezaron a alardear del buen funcionamiento de Mares del Sur y su gran potencial. Las compras aumentaron y el precio de cotización no paraba de subir, hasta llegar a las 1000 libras por acción. Fue el 1720 ante los dudosos resultados de la sociedad que se descubrió que había sido un fraude y los dueños habían inflado el valor de la empresa. Rápidamente los inversores quisieron vender sus acciones, hecho que provocó el estallido de la burbuja. Fue entonces cuando Gran Bretaña entró en una crisis económica ante las numerosas pérdidas de los bancos y los accionistas.
La nota curiosa de esta historia es que el famoso físico Isaac Newton había comprado acciones de Mares del Sur y perdió 20000 libras en el estallido.
Gran Depresión de 1929
La crisi económica por excelencia también fue provocada por una burbuja económica. En la década de 1920 en Estados Unidos se estaba viviendo el sueño americano, el conocido «American way of life». Época de prosperidad económica, los empresarios y ciudadanos tenían un exceso de ahorro que se fue canalizando hacia la bolsa. Las acciones americanas fueron subiendo exponencialmente a lo largo de los años hasta el 1929, cuando se produjo el famoso crack y la burbuja de las acciones estalló.
Punto Com 2000
A partir de 1997, con la entrada de Internet en nuestras vidas, muchos inversores vieron oportunidades para ganar dinero. Las empresas relacionadas en este sector, las páginas web, empezaron a subir en la bolsa, mucha gente empezó a comprar acciones. Veían una gran cantidad de futuros beneficios y que éstas crecieran fuertemente. Ante esta avalancha de compras los precios de las acciones fueron subiendo como la espuma, hasta que en el 2001 (?) estalló la burbuja y los índices tecnológicos empezaron a bajar fuertemente.
Inmobiliaria 2007
Esta, creo, que es la que necesita menos explicación de todas, porque se ha hablado mucho a lo largo de todos estos años. Si tuviéramos que resumir en una o dos frases: los bancos empezaron a dar hipotecas sin estudiar los riesgos de cada una de ellas, eso provocó una gran compra de vivienda y en consecuencia construcción de ellas. Hasta que el 2007, al ver que muchas de ellas no podían ser pagadas por los propietarios, el miedo empezó a cundir y los balances de los bancos a sufrir. Esto ha provocado un efecto domino en todo un sistema económico altamente endeudado.
Una vez hecho el viaje por las burbujas más famosas de la historia económica, podemos ver como todas siguen un esquema muy claro e igual, siempre guiadas por la psicología humana. Se empieza por una época de crecimiento económico, en la cual las empresas ganan grandes cantidades de dinero. Todo el mundo se impregna de esta bonanza económica y empieza a querer ganar cada vez más dinero. Buscando la inversión perfecta, un activo en particular empieza a subir, sobrepasando su precio intrínseco. Momento en que la gente empieza a pagar más de lo que realmente vale, con la creencia que siempre seguirá subiendo. Hasta que llega el momento, que los inversores se dan cuenta que realmente está sobrevalorado y empiezan a vender para asegurar ganancias. Este es el momento que estalla la burbuja y el precio cae en picado. Todo el sistema que se había endeudado para poder financiar las inversiones “perfectas”, ahora tiene unas obligaciones que no puede pagar, entrando en una fuerte crisis.
El ser humano tropieza una y otra vez con la misma piedra, guiados por la avaricia. Cegados por el objetivo de ganar dinero, no se para a pensar si realmente el activo que está comprando vale ese precio. El otro problema es que no se analiza si realmente se puede permitir esa inversión, ya sea por el dinero ahorrado como por la deuda que se asume, poniendo en peligro las finanzas particulares (ya sean familias o empresas). En definitiva, falta un poco de responsabilidad en este sistema económico.
Pere Antoni Taberner
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